Mendoza es placer de alta gama. Entre montañas, ciudades y viñedos, la provincia ofrece diversidad y calidad a la medida del visitante.
Los amantes del vino y la buena cocina encuentran en la provincia la combinación perfecta. Una variada oferta gastronómica con exquisiteces regionales y gourmets, se funde con la cultura vitivinícola y olivícola ofreciendo una experiencia que sólo se vive en Mendoza.
Reconocida como Capital Mundial del Vino, más de cien bodegas esperan al turista más exigente, con opciones para todos los gustos. Museos, salas de arte, cursos de cata, rally de autos antiguos, conciertos, partidos de polo y golf, entre otros, se disfrutan entre barricas y toneles.
Alberga una oferta hotelera de excelencia, con la presencia de prestigiosas cadenas internacionales con modernos casinos y hoteles boutique en sus principales centros urbanos. Quienes buscan el silencio y la intimidad, pueden optar por pintorescas e históricas casonas y hoteles temáticos entre viñas.
Mendoza es relax. Las bondades de las termas andinas permiten recrear en las mágicas vertientes los milenarios rituales incas, junto a otras exquisitas prácticas naturales. Sofisticados spa emplean los elementos propios de esta tierra para la belleza y la salud.
Excursiones personalizadas vía terrestre o área recorren los sitios más exclusivos de la geografía provincial, en un apasionado recorrido por bodegas, áreas naturales y el patrimonio histórico y cultural mendocino.
Su privilegiada ubicación le permite una conexión directa con aeropuertos internacionales, y los principales destinos de Argentina.
Mendoza conjuga con singular éxito y elegancia la majestuosidad de sus paisajes, la jerarquía de sus servicios y el alto nivel de su propuesta turística.
Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar