Maipú forjó su personalidad al ritmo cadencioso del golpe de azadón en la tierra. En aquella comarca hecha de planicie, y al influjo de arduas jornadas de trabajo, los sueños de criollos, italianos y españoles comenzaron a germinar en forma de vid. La cosecha fue inmejorable: su pequeño territorio albergó las bodegas de ilustres pioneros: Giol, Gargantini, López, Cavagnaro, Ruttini, Furlotti, Gabrielli y Baldini, cuya abnegada entrega se adivina en los objetos exhibidos en museos de la zona. El tiempo en su transcurrir ha ido moldeando el perfil agroindustrial de Maipú.
En la actualidad, varias decenas de las mejores bodegas del mundo producen aquí vinos de excelencia internacional. Dicho perfil se ve reforzado por el desarrollo olivícola y frutihortícola, y el crecimiento del cultivo de forrajeras y de chacras de hortalizas, que en conjunto aportan variedad alimentaria y paisajística. Pero la experiencia del visitante en Maipú no se agota en el colorido y ordenado paisaje de sus cultivos… Olores y sabores naturales esperan en fincas, chacras y granjas en las que hospitalarios maipucinos invitan a participar de la alquimia rural de elaborar aceites, dulces y pan de campo, y a compartir el éxtasis de saborear productos de la vid y el olivo en origen. Los alojamientos rurales, algunos de alta gama, permiten una cabalgata vespertina entre viñedos, o presenciar los métodos de cría de distintas especies de animales, para luego degustar platos tradicionales acompañados con excelentes vinos y aceites de oliva.
Restaurantes en bodegas, parrilladas y casonas de comidas regalan la entrañable experiencia de la perfecta conjunción de sabores y aromas de la tierra. Maipú regala una experiencia inolvidable, fruto del agua que despierta a la tierra, y de los sueños y el tesón de un pueblo.
Sitio Web: www.maipu.gov.ar
Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar