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Tupungato

imagen: www.mendoza.travel/atractivos-turisticos-8/
Zonas Turísticas. Departamentos.

Gran parte de su territorio es montañoso, por lo tanto su paisaje está determinado por la cercana presencia de las nieves de alta montaña.
 

El Cerro El Plata asomándose por el Norte y el Volcán Tupungato por el Oeste, le otorgan una fisonomía inconfundible.
 

Los emprendedores habitantes desarrollan sus actividades fundamentalmente a la orilla de los muchos ríos y arroyos que labran su extensión.
 

Esos cauces son también viaductos que interconectan los distintos puntos del departamento.
 

La ciudad cabecera, está situada a unos 1.050 m. sobre el nivel del mar.

Más info: tupungato.gob.ar


Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

Tunuyán

-Bandera Municipal de Tunuyán-
(imagen: wikipedia.org)
Zonas Turísticas. Departamentos.

Tunuyán, caracterizado por su belleza paisajística, es el sitio soñado para visitar en las cuatro estaciones del año. 

Preferido por quienes buscan entrar en contacto con íconos de postales tunuyaninos: 

La imponente Cordillera de Los Andes, el azul intenso de un cielo único.

Los magníficos cursos de agua y el Río Tunuyán, vertientes que surcan el suelo, surgentes que se ofrendan como uno de los potenciales naturales más importantes. La magia de un microclima especial, diferente, fresco, suave, pero con gran amplitud térmica.

Fuente e imagen: www.tunuyan.gov.ar

Santa Rosa

Zonas Turísticas. Departamentos.

Cuenta con una villa cabecera que organiza el territorio. Innumerables granjas apícolas dan renombre nacional a la calidad de su miel.
 

Es también productora de fruta en fresco y de nutritivas frutas secas, que se pueden conseguir a la vera de la ruta, prácticamente al «pie del parral».
 

La mayor parte de su territorio está ocupado por el desierto de La Travesía.

Allí se encuentra el área protegida de Ñacuñán, reserva biológica que encierra incontables atractivos.

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

San Rafael


Imagen: wikipedia.org
Zonas Turísticas. Departamentos.

Su ciudad es la segunda en importancia de Mendoza. Nudo vial y de comunicaciones, centro comercial e industrial de la región, es a la vez un territorio de una belleza vehemente y plácida. Las aguas de brillos cautivantes del río Diamante y las tumultuosas del río Atuel, atropellan en busca de tierras con sed, y en el seno de esta región producen el milagro de un oasis que hombres y mujeres hacen fructificar.

Obras de ingeniería humana que apaciguan la furia líquida: Valle Grande, El Nihuil, Los Reyunos, Agua del Toro, El Tigre y Galileo Vitale. Los inmensos embalses que refrenan el ímpetu de las aguas cordilleranas y las apaciguan, además de asegurar los regadíos y constituirse en fuente de riqueza energética, se convierten casi sin querer en grandes atractivos turísticos. Son un lugar de recreo, santuarios de deportes acuáticos, rincones donde el descanso es ley, y el asombro... una constante.

Los visitantes encontrarán infinidad de variantes y oportunidades de recreación: práctica de natación, pesca deportiva, remo, motonáutica, buceo, jet esquí, windsurf, excursiones fotográficas. Aquellos que se acerquen a conocer el Cañón del Atuel encontrarán al río corriendo sobre su lecho de rocas, como hace siglos, cincelando formaciones misteriosas que emergen del agua, tallando las coloridas paredes del cañadón, que alcanzan los 350 metros de altura.

En el serpenteante recorrido del Atuel en busca del Embalse Valle Grande, aquellos que busquen detenerse para descansar o realizar actividades encontrarán una gran variedad de hoteles, cabañas, hosterías y campings. En San Rafael, el agua y el trabajo preparan el descanso del turista desde hace siglos.


Fuente: http://www.turismo.mendoza.gov.ar

San Martín

Zonas Turísticas. Departamentos.

San Martín es una tierra en la que la historia corre viva en cada acequia y canal, en la que el pasado renace en cada fruto, en cada vino.
 

Ubicada 43 kilómetros al este de la capital provincial, desde remotos tiempos presenció el crónico desfile peregrino de carretas y tropas entre Buenos Aires, Mendoza y Santiago de Chile, en su condición de “posta” de este corredor.

La primigenia posición de privilegio fue acompañada por un minucioso aprovechamiento de las aguas de los ríos Mendoza y Tunuyán, a través de acequias y canales mandados a trazar por el General San Martín en 1814, convirtiendo paulatinamente en oasis esta árida porción de la Llanura de la Travesía. El Libertador, mientras pergeñaba sueños de libertad americana, atrajo pobladores y promovió el cultivo de vides y frutales. Luego el final del siglo XIX traería el ferrocarril, y más tarde sus vagones traerían inmigrantes italianos y españoles de manos sapientes para el cultivo. Al promediar el siglo XX la Ruta Nacional 7 pavimentaría la conexión ya establecida entre las antiguas urbes.

San Martín es hoy el devenir de todo aquello: cultivo e industrialización de la vid, de frutas y hortalizas, y una comunidad pujante de importante desarrollo comercial y cultural. Las fincas que ofrecen degustar sus aceites de oliva, y las bodegas de hoy y de ayer que esperan al visitante en el afán de compartir sus historias, sus esmerados procesos de producción, y el regocijo de la uva convertida en vino premiado...


San Martín no olvida la importancia que ha tenido y tiene en su historia el paso incesante de vehículos a motor en tránsito entre las capitales, por lo que habitualmente se constituye en sede de encuentros de motociclistas y coleccionistas de autos, además de convertir el autódromo Jorge Ángel Pena en hogar del TC 2000 y el Zonal Cuyano de automovilismo.


Tampoco olvida al llamado Padre de la Patria, presente no sólo en el nombre del departamento. Lo rescatan para el presente incontables lugares y objetos, y entre ellos la chacra que le perteneció y en la que se alza el Museo Histórico Regional de las Bóvedas.

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

San Carlos

Zonas Turísticas. Departamentos.

Es el departamento más grande del Valle de Uco.
Tres son las poblaciones que dinamizan sus actividades agrícolas: San Carlos (ciudad cabecera), La Consulta y Eugenio Bustos.
En cada uno de ellos la población es de trato servicial y espíritu laborioso.
 

Las huellas de la historia y la tradición son cuidadosamente conservadas en San Carlos. Su territorio da cuenta de la lucha entre criollos e indios por el dominio del fértil Valle de Uco. Los restos del Fortín de San Carlos así lo testimonian.
 

En la Laguna del Diamante, actual reserva provincial, ni los ojos del viajero más experimentado pueden quedar indiferentes ante su monumental y apacible belleza.
 

Aguas donde los verdes, azules y grises juegan entre los brillos que cada hora del día tiene para iluminarlos. Huidizas y plateadas truchas se entreven en las orillas.
 

Sobre las rocas volcánicas, una mullida y verde vegetación protege los pies del caminante.

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

Rivadavia

Zonas Turísticas. Departamentos.

Rivadavia resuelve cotidianamente la obstinada tensión entre el oasis y el desierto que su territorio propone. Mientras hacia el este se perfila la silenciosa Llanura de la Travesía, con sus algarrobos y pastos duros, la inquietud y laboriosidad humana han conseguido que hacia el noroeste florezca un vergel agrícola.



Aquel río Tunuyán del que los nativos huarpes recogían agua con sus vasijas y cestos, prestó sus márgenes para el asentamiento de ramadas de totora, barro y maderos, en las que los salineros y su cargamento esperaban el momento propicio para cruzar la corriente, camino a San Luis. Aquellas mismas aguas son las que aprovecha y regula desde 1971 el Embalse El Carrizal, a fin de posibilitar una mejor irrigación de campos agrícolas, cimentando definitivamente el oasis productivo. 

Rivadavia celebra sus vinos, y el artesanal trabajo de sus bodegas atendidas por sus propios dueños. La cosecha es un prodigio del agua, y el colorido de vides, frutales y olivares matizan el paisaje confirmando el valor de tanto esfuerzo. El espejo de agua de El Carrizal estimula el espíritu deportivo. Los más diestros y osados se entregan a la práctica de la motonáutica, el jet ski, el surf y el velerismo. 

Los que buscan una tregua pescan el pejerrey en balsas, acampan, toman sol, y disfrutan las comodidades de los campings y clubes náuticos de los alrededores. 

Los acordes musicales sobrevuelan el Anfiteatro Dr. César Plástina durante el popular festival “Rivadavia canta al país”, y se mezclan con la melodía propia de esta tierra, que susurrando invita a volver.

Sitio web: www.rivadaviamendoza.gov.ar
 

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

Malargüe

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Tierra de horizontes infinitos custodiada por la cordillera de Los Andes, el departamento más austral de la provincia y puerta de entrada a la Patagonia, Malargüe se ofrece al visitante en impactantes escenarios naturales de belleza agreste. Como espejismos sobrenaturales, la magnificencia particular de los paisajes malargüinos engaña a los sentidos. 


Lejanos cerros que se aprecian próximos, cumbres nevadas adivinadas desde un desierto barrido por vientos, y una primavera verde y florida que puede disfrutarse al borde de la nieve. Otrora última frontera alcanzada por la colonización en los dominios indígenas, zona de malones y peligros, Malargüe supo dar un nuevo sentido a los viejos riesgos, a la antigua audacia... 

Expediciones espeleológicas en las entrañas de la Caverna de las Brujas, con sus 5000 metros de galerías subterráneas erizadas de estalactitas y estalagmitas; deportes invernales y entretenimiento familiar en un exclusivo complejo invernal de relieve internacional, enclavado en el Valle de Las Leñas; safaris fotográficos y avistamiento de aves en escenarios naturales de indescriptible belleza: la arquitectura rocosa de los Castillos de Pincheira, que viento y agua edificaron pacientemente durante siglos, el desierto volcánico de colores rojizos y negros de La Payunia, los misterios encerrados en el Pozo de las Ánimas, y la serena contemplación en Laguna Llancanelo de las miles de aves que descansan de su vuelo Alaska – Tierra del Fuego.
 

Imagen y Sitio Web: www.malargue.gov.ar
 

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

Maipú

Zonas Turísticas. Departamentos.

Maipú forjó su personalidad al ritmo cadencioso del golpe de azadón en la tierra. En aquella comarca hecha de planicie, y al influjo de arduas jornadas de trabajo, los sueños de criollos, italianos y españoles comenzaron a germinar en forma de vid. La cosecha fue inmejorable: su pequeño territorio albergó las bodegas de ilustres pioneros: Giol, Gargantini, López, Cavagnaro, Ruttini, Furlotti, Gabrielli y Baldini, cuya abnegada entrega se adivina en los objetos exhibidos en museos de la zona. El tiempo en su transcurrir ha ido moldeando el perfil agroindustrial de Maipú.


En la actualidad, varias decenas de las mejores bodegas del mundo producen aquí vinos de excelencia internacional. Dicho perfil se ve reforzado por el desarrollo olivícola y frutihortícola, y el crecimiento del cultivo de forrajeras y de chacras de hortalizas, que en conjunto aportan variedad alimentaria y paisajística. Pero la experiencia del visitante en Maipú no se agota en el colorido y ordenado paisaje de sus cultivos… Olores y sabores naturales esperan en fincas, chacras y granjas en las que hospitalarios maipucinos invitan a participar de la alquimia rural de elaborar aceites, dulces y pan de campo, y a compartir el éxtasis de saborear productos de la vid y el olivo en origen. Los alojamientos rurales, algunos de alta gama, permiten una cabalgata vespertina entre viñedos, o presenciar los métodos de cría de distintas especies de animales, para luego degustar platos tradicionales acompañados con excelentes vinos y aceites de oliva. 

Restaurantes en bodegas, parrilladas y casonas de comidas regalan la entrañable experiencia de la perfecta conjunción de sabores y aromas de la tierra. Maipú regala una experiencia inolvidable, fruto del agua que despierta a la tierra, y de los sueños y el tesón de un pueblo.

Sitio Web: www.maipu.gov.ar

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

Luján de Cuyo

Zonas Turísticas. Departamentos.

En el departamento se encuentra uno de los Diques más importantes de la provincia, el Dique Potrerillos.

Se encuentra enclavado en el Valle de Potrerillos, a 70 kilómetros de la ciudad de Mendoza, y puede accederse a él por ruta internacional N° 7. Pensada como una obra que permitiría modular el riego del oasis Norte y generar energía, el hecho de embalsar las aguas del río Mendoza a 1.380 m.s.n.m le otorga un gran potencial turístico y recreacional.
Por ser un presa ubicada entre montañas precordilleranas de gran belleza y colorido, se ha constituído en un paisaje para disfrutar a pleno.

El espejo de agua del Dique Potrerillos mide 14 kilómetros de largo, y junto con el Dique Cipolletti son los encargados de conservar y derivar el agua a todo el Gran Mendoza.

Ellos alimentarán los cultivos rurales, como así también las hermosas arboledas de la ciudad Capital de la Provincia.


Sitio web: www.lujandecuyo.gov.ar

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

Lavalle

Zonas Turísticas. Departamentos.

Sobrevive aún en esta tierra el recuerdo del Huarpe pescador, surcando en balsas de totora tejida las Lagunas del Rosario y Huanacache. El sol acompañó el crecimiento de aquel primer asentamiento español a orillas del arroyo Tulumaya. Sus rayos han sitiado tenazmente aquella legendaria capilla levantada en 1610 para venerar a la Virgen Nuestra Señora del Rosario de las Lagunas. Tras más de 400 tórridos veranos, la Virgen y su santuario continúan congregando fieles en las fiestas religiosas regionales.


La utilización de las aguas de los ríos Mendoza y San Juan borró el complejo lacustre, pero la memoria del algarrobo perdura todavía en la Reserva Natural Telteca, último bosque del desierto de ejemplares centenarios, y hogar de bulliciosos loros y chorlos, vizcachas y zorros.
En su zona irrigada esta tierra tiene a la vitivinicultura como la actividad agropecuaria destacada, seguida por el cultivo de otras especies hortícolas como ajos, cebollas, tomates, el melón y la sandía, y el crecimiento sostenido de la fruticultura.


Pero la lucha incansable de Lavalle es librada contra la amenaza del desierto. Allí donde el oasis acaba, Lavalle saca provecho del desarrollo de la ganadería caprina y la apicultura ecológica. En tanto, en los Altos Limpios la arena se acumula en médanos de hasta 15 metros, invitando al trekking y al safari fotográfico.


El Lavalle rural espera al turista para degustar exquisitas comidas típicas, reodeados de un paisaje de silencio y paz.

Fuente e imagen: www.turismo.mendoza.gov.ar

Las Heras

Zonas Turísticas. Departamentos.

Posee una activa vida comercial, especialmente en sus dos principales arterias, la Av. San Martín y el Acceso norte (ruta nacional 40) .


Cercanas al aeropuerto internacional El Plumerillo, existe una zona histórica en la que se inició la gesta sanmartiniana.


Dentro del Departamento se encuentra el circuíto de Alta Montaña, y al transitar la Ruta Nacional 7 hacia el vecino país de Chile se recorren innumerables atractivos bordeando la Cordillera de Los Andes.

Sitio Web: www.lasheras.gov.ar
 

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

La Paz

Zonas Turísticas. Departamentos.

Atravesado por la Ruta Internacional N° 7, el departamento La Paz es el umbral de acceso este al Gran Mendoza.
Acostumbrada desde tiempos coloniales al tránsito constante de viajeros y cargas, con la Villa Antigua como posta excluyente de la zona en aquella época, La Paz es un eslabón en la circulación del Mercosur. El Arco del Desaguadero se ofrece al desfile incesante de vehículos en busca de sus destinos finales.


Entretanto, La Paz se enfoca en la producción de ganado bovino y caprino, y en pequeña escala al cultivo de la vid para vinificación y consumo en fresco, de frutales, hortalizas y alfalfa.


El hipnotismo que el sol practica sobre esta tierra sólo es roto por el ruido de motores de los 4x4, que utilizan para sus competencias el cauce seco que el río Tunuyán regala durante una parte del año.


Un alto en el viaje permitirá aprovisionarse en la Hostería del Arco, realizar consultas en la Oficina de Servicios Turísticos, y con algo más de tiempo, visitar edificios patrimoniales o acercarse a conocer la vieja estación del ferrocarril, primera estación mendocina que recibió la locomotora en 1883.
 

La Paz conserva y comparte sus más estimadas virtudes, la tranquilidad y la amabilidad de su gente.

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar


Junín

Zonas Turísticas. Departamentos.

Otro rincón mendocino donde la tierra se doblega a fuerza de agua pacientemente guiada.


El calor de las siestas veraniegas es abanicado por las tupidas arboledas.
Aún en los caminos donde el asfalto dibuja las ciudades, acequia y arboleda pintan a Mendoza.


Amanecidas de otro siglo y con perfume a otras épocas, aparecen las viejas casonas del Junín de antaño.

Sitio Web: www.juninmendoza.gov.ar
 

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

Guaymallén

Zonas Turísticas. Departamentos.

Es un departamento de geografía completamente llana, que posee la más alta concentración de población de toda la provincia.


En su zona Oeste urbana, la ciudad de Mendoza prolonga sus calles.
En su zona Este se suceden los campos de labranza, viñedos y fértiles chacras.
 

Su agricultura es pujante, característica que se traslada a sus industrias y comercio.

En Bermejo se asienta una colonia artística que congrega escultores, pintores y músicos.


Actualmente es sede de importantes áreas para el turismo de compras como Shoppings y Macromercados. Asimismo, alberga una nueva y calificada hotelería de cadenas internacionales.
 

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

Godoy Cruz

Zonas Turísticas. Departamentos.

Godoy Cruz cuenta con apenas 75 kms2 de extensión, pero es junto a Capital, una excelente oportunidad para comenzar a conocer Mendoza, su gente, sus sabores, sus vinos, sus arboledas y acequias urbanas. Godoy Cruz presenta múltiples oportunidades: variadas alternativas en gastronomía y alojamiento, el Casino provincial, paseos de compras, espacios para espectáculos al aire libre, un centro comercial con salas amplias para la realización de Congresos, Convenciones y Exposiciones, y la inigualable posibilidad de acceder a los edificios de bodegas urbanas en funcionamiento, y a otras de elevado valor patrimonial. Godoy Cruz es parte fundamental del Gran Mendoza, uno de los conglomerados urbanos más importantes de Argentina. 


Si bien el futuro mira con esperanzas al Piedemonte del oeste, territorio al pie de la montaña, en virtud de sus posibilidades de desarrollo residencial y de potencial reservorio natural, el presente habita la ciudad y los barrios del Este. El presente…, y el pasado. La Plaza Tomás Godoy Cruz se halla rodeada de edificios constituidos en patrimonio histórico y cultural de la provincia. Todo allí es vestigio. El estilo academicista del Palacio Policial, las líneas art decó del Cine Teatro Plaza, los más de 120 años del Edificio Municipal, los edificios comerciales que conservan sus fachadas originales. Y por supuesto, la iglesia San Vicente Ferrer, de estilo neogótico, que alberga los restos de Tomás Godoy Cruz, gobernador y representante provincial en el independentista Congreso de Tucumán de 1816, y cuyo predio es depositario del busto de un héroe local de la gesta sanmartiniana como fue el Tropero Sosa. Y a más de un siglo, pero a escasas calles, aún se alzan Tomba, Arizu, Escorihuela, antiguas bodegas de esforzados visionarios pioneros de la industria vitivinícola mendocina.
 

Sitio web: www.godoycruz.gov.ar
 

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

General Alvear

Zonas Turísticas. Departamentos.

Es departamento de rica historia y mágico perfil. Sus poblados son puestos de avanzada ante el desierto, precursores en el desarrollo de la ganadería mayor, y baluartes en la resistencia del hombre frente a la inmensidad.


Territorio salpicado de lagunas, es posible encontrar escenarios naturales de gran belleza que alternan con caseríos de construcciones antiguas.


Los lugareños contarán sus historias, sus motivos, en el parco lenguaje que modela el desierto. Es por eso que dirán más los silencios y los ojos, que las palabras. Las dulces aguas del Atuel atraviesan Alvear.


En La Toma, es muy común ver a las cabras refrescarse bajo el sol. Poblados donde las paredes y hasta los árboles saben de viejos versos y anécdotas pasadas.


Tierra de Bairoletto, personaje popular de honda raigambre y trágica existencia. Es posible escuchar la historia de sus andanzas y huídas de la policía, en la fresca penumbra de los bares pueblerinos. Pero es preciso para eso, detener los relojes... y escuchar.

Fuente e imagen: www.turismo.mendoza.gov.ar

Ciudad de Mendoza

Zonas Turísticas. Departamentos.

Es el departamento más pequeño de la Provincia, con sólo 57.57 km2 de superficie.

El este de su territorio está ocupado por la activa ciudad, el Centro por el valioso Parque General San Martín y el Cerro de la Gloria.


El oeste departamental es ya piedemonte cordillerano.







Imágenes y Sitio web: www.ciudaddemendoza.gov.ar

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

Los Castillos de Pincheira

MITOS Y LEYENDAS

Los Castillos de Pincheira son una obra de arquitectura monumental de la naturaleza, esculpida en la piedra por la milenaria acción erosiva del viento y el río. Sus casi 2.000 metros de altura se encuentran enclavados entre el río Malargüe y el Arroyo Pincheira, en un predio que es Reserva provincial. La cordillera, los valles con sus ríos y lagunas, los médanos, y la compañía del suspiro eterno del viento. 

El marco natural es de una belleza esplendorosa, e invita tanto al relax como a las cabalgatas y escaladas, al trekking y el mountain bike. La formación rocosa presenta gran similitud con los altos muros almenados de los castillos medievales, lo que determinó en parte su denominación. El resto del nombre se debe a un mito muy extendido, que relaciona el lugar con el bandolero chileno José Antonio Pincheira. Los Pincheira eran una familia de 6 hermanos chileno – españoles, que adquirió relevancia al constituirse en una guerrilla en favor de la restitución al Rey de España de los territorios perdidos con la revolución libertadora. Entre 1817 y 1832 formaron un verdadero ejército integrado por españoles, criollos rebeldes e indios pehuenches, que a ambos lados de los Andes realizaba acciones en favor de la corona. Los Pincheira se presentaban como un bastión realista en Sudamérica. No pasó mucho tiempo antes de que se revelaran como salteadores de caminos y ladrones de ganado, que tras engordar los animales robados en Buenos Aires los pasaban a Chile. Mendoza, San Luis, Córdoba y Santa Fe fueron también escenario de sus actos criminales. 

Perseguidos con decisión por el general chileno Manuel Bulnes a partir de 1831, los Pincheira aprovecharon su conocimiento del campo para encontrar escondites que les facilitaran la huida. Uno de los refugios de las tropas de José Antonio Pincheira fueron las cuevas y torres de los castillos malargüinos. Según la mitología local, el botín producto de sus correrías se hallaba escondido en las cuevas de los castillos, y José Antonio lo habría usado para obtener un indulto del presidente chileno Prieto. Tal vez junto con la gran cantidad de puntas de flechas, cuentas de collar y restos de cerámicas pehuenches que guarda el lugar, se encuentre escondido aún parte del fruto de las correrías de los Pincheira.

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

La Laguna de la Niña Encantada

MITOS Y LEYENDAS

La Laguna de la Niña Encantada se halla en Malargüe, y para llegar se debe marchar desde Los Molles por un camino de ripio consolidado, o por el Puente de Elcha (es un puente peatonal) desde la ruta 222.
La Laguna es de una particular belleza, dado que se encuentra circundada por una acumulación de restos de lava proveniente de cráteres cercanos. Al producirse erupciones en la antigüedad, el material incandescente se derramó sobre el curso del arroyo que alimenta el espejo de agua, lo cubrió y ocultó su aporte, que hoy es subterráneo.

Cuenta una antigua leyenda que en estas tierras habitaba un pueblo de nativos pacíficos. Llevaban una vida apacible hasta que los pehuenches comenzaron a realizar visitas periódicas a sus tierras. El Pehuenche era un pueblo de indígenas bravos y aguerridos que rápidamente alteraron la acostumbrada tranquilidad. En busca de restaurar el orden perdido, y asegurar un porvenir sin choques de linajes, se convino un casamiento en beneficio de la paz. La hermosa hija del cacique pacífico, Elcha, sería tomada por el hijo del patriarca pehuenche. La solución encaminaba el futuro de ambos pueblos y la convivencia en esas tierras. Pero Elcha se encontraba enamorada de un joven de su tribu, y al no lograr dominar la pasión que los envolvía a ambos, escaparon juntos. Furiosamente perseguidos en la atropellada huída, comprendieron que sería imposible escapar con vida, y llegados a un punto alto sobre la laguna se arrojaron a las heladas aguas confundidos en un abrazo final. Los perseguidores alcanzaron a presenciar aquel salto e iracundos vociferaron amenazas, hasta que súbitamente los conjuros aullados por la hechicera de la tribu fueron contestados con un rayo celestial que la petrificó por siempre en la cima de la montaña. 

Aún puede vérsela en su prisión de piedra, condenada a presenciar cómo en las noches de luna el reflejo del agua devuelve la imagen de Elcha, la niña encantada, que se reencuentra eternamente con su amado.

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

La Caverna de las Brujas

MITOS Y LEYENDAS

La majestuosa Caverna de las Brujas se halla a 65 kilómetros de la ciudad de Malargüe. La cavidad, de la que hasta hoy se han explorado sólo 5.000 metros, comenzó su formación en la roca caliza hace alrededor de 200 millones de años. En cuanto a sus atractivas formaciones interiores, tales como columnas, velos, estalactitas y estalagmitas, fueron creadas por la continua infiltración de agua desde la superficie y datan de hace aproximadamente 70.000 años.

El nombre obedece a una antigua leyenda que narra la huída de dos mujeres blancas, tomadas como cautivas por nativos indígenas en uno de tantos malones. Aterrorizadas ante la sospecha de que les desollarían los pies a fin de que no pudieran escapar caminando, las cautivas huyeron al primer descuido de sus captores temiendo que sus pies no les serían útiles en una segunda oportunidad. 

Corriendo sin dirección, dieron con la entrada a la caverna, y se refugiaron en ella esperando la noche. Dada la seguridad que les proporcionaba y sin saber hacia donde dirigirse, decidieron quedarse hasta que la amenaza de ser apresadas y desolladas disminuyera. Las mujeres sólo salían de noche a buscar leña y alimento por los alrededores. No obstante fueron vistas más de una vez. Pero el temor de los nativos a internarse en la caverna las protegió de caer prisioneras.  El tiempo pasó y los nativos dejaron de ver rastros que delataran la presencia de las mujeres. Presos de la curiosidad y venciendo la desconfianza, decidieron comprobar sus sospechas. Al acercarse a la boca de acceso a la caverna dos grandes lechuzas huyeron volando desde la misteriosa oscuridad interior. Asustados, atribuyeron a los hechizos de aquellas dos “brujas” la posibilidad convertirse en aves, para prescindir de sus pies y huir volando.

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar

El Pozo de las Ánimas

MITOS Y LEYENDAS

El llamado Pozo de las Ánimas, que espera a los visitantes en Malargüe, es una formación geológica técnicamente conocida como “dolina”. Su formación obedece a procesos de erosión de los depósitos subterráneos de yeso, producidos por la acción combinada de las napas freáticas y las filtraciones de agua de la superficie. Con el tiempo, el terreno se fue hundiendo lentamente sobre las enormes cavernas, hasta alcanzar la actual fisonomía de dos grandes depresiones con espejos de agua dulce al fondo. El mayor de los pozos presenta un diámetro de 200 metros, y la profundidad hasta el agua es de unos 80 metros. Por su parte, la laguna interior tiene una profundidad aproximada de 21 metros.

El Pozo de las Ánimas se halla encerrado entre serranías. Al circular el viento entre ellas produce un silbido particular, que la superstición convirtió en gemidos “del más allá”. Los naturales de la zona llamaban al pozo “Trolope – Co”, que en su dialecto significa “agua de los muertos” o “agua del gritadero de las ánimas”.
Una vieja leyenda narra que el pozo tiene su origen en la tensa relación entre dos pueblos indígenas. El más belicoso de ellos, proveniente de Chile, perseguía en una ocasión a un pequeño grupo de pobladores de la zona de Los Molles. A punto de ser alcanzados en aquella persecución nocturna, los nativos escucharon un fuerte estruendo y luego, advirtieron que los amenazantes gritos de sus perseguidores ya no se oían. Llenos de temor aún, no se volvieron y prosiguieron la huida. Pasada la noche, cautelosamente retornaron al lugar. Asombrados, al aproximarse, comenzaron a escuchar persistentes gemidos. Luego, llenos de estupor, comprobaron que el piso se había hundido bajo los pies de sus perseguidores, y que sus cuerpos yacían moribundos en el fondo de dos enormes pozos. Agradecidos por haber sido librados de aquellos enemigos, los pozos fueron venerados y el sitio llamado “lugar en que lloran las ánimas”.
La tradición regional asegura que allí van a llorar las almas que penan en las montañas.

Fuente: www.turismo.mendoza.gov.ar